El primer día de agosto se celebra a nivel mundial el DIA INTERNACIONAL DE LA ALEGRIA, es verano, empieza agosto y muchos estamos de vacaciones, motivos más que suficientes para estar alegre y feliz. Con el verano la práctica de actividades y deportes acuáticos, a más de refrescarnos de las altas temperaturas que soportamos, nos dan una dosis más de alegría y satisfacción que nunca viene mal, pero hemos de cuidar nuestros pies descalzos que en esta época sufren más de lo que pensamos.
Una práctica muy extendida en las playas son las largas caminatas por la orilla del mar y pese a lo bucólico que pueda parecer, en realidad hemos de que ser conscientes de los riesgos que puede conllevar, ya que andar por la superficie inclinada que muchas veces da el desnivel en la orina del mar puede provocar sobrecargas en miembros inferiores dando dolores articulares en tobillos, rodillas y/o caderas. Así mismo, hay que tener en cuenta las altas temperaturas que puede llegar a alcanzar la arena, por ello hay que ser precavidos para evitar quemaduras a nivel plantar al andar sobre la arena seca. Pero una de las recomendaciones más reiterada es la aplicación de cremas con factor solar elevado para protegerlos de quemaduras, sobre todo en la zona del empeine donde la incidencia de los rayos del sol es más vertical dando mayor probabilidad a sufrir quemaduras solares en esa zona.
Durante la época estival es muy común la práctica de ciertas actividades deportivas acuáticas como el surf, paddle surf, kitesurf, buceo entre otros y en muchas de éstas los pies descalzos son protagonistas una vez más de quemaduras, rozaduras e incluso golpes o magulladuras.
En ocasiones estas prácticas deportivas permiten el uso de escarpines cuya función es la protección de los pies ante lo comentado anteriormente. Pero el uso por tiempo prolongado de estos elementos de protección puede perjudicar también la salud de nuestros pies ya que mantenerlos por mucho tiempo “encerrados” en estos escarpines de neopreno da lugar a exceso de calor así como estancamiento de agua en su interior y ello puede dar lugar a la aparición de afecciones por hongos tanto en piel como en uñas de los pies. Con el uso de este tipo de calzado acuático se recomienda no mantenerlos puestos durante largos periodos de tiempo y “vaciar” el agua estancada en su interior siempre que se pueda.
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