El verano es sinónimo de calor, de vacaciones, de disfrutar con la familia, con los amigos, de escapadas, de piscina, de playa, de bikinis y de chanclas. Y es que la subida de los termómetros “nos obliga” a deshacernos de los calcetines y de los zapatos y dejar que nuestros pies respiren. Es un verdadero placer llevar los pies descubiertos y frescos para combatir las altas temperaturas.
En el mercado existe una amplia variedad de chanclas: de diferentes colores, planas, con plataformas, de dedo… Son sin duda el zapato del verano. Por comodidad y rapidez, muchas veces se convierte en el calzado diario de muchos de vosotros para los meses de más calor, incluso usando las chanclas para realizar paseos o largos recorridos.
Pero muchas personas desconocen qué problemas puede acarrear el uso prolongado de las chanclas. Problemas que pueden afectar a nuestra forma de caminar, a nuestros pies, columna, cadera y rodillas.
Efectos negativos del uso de las chanclas
- Dedos en garra. Al caminar, como las chanclas no están sujetas, nos obliga a poner los dedos en garra para no perder la chancla, provocando una mayor tensión en los dedos y en la planta del pie.
- Fascitis plantar. El abuso de las chanclas puede ocasionar fascitis plantar, una inflamación y degeneración de la fascia compuesta por tejido conectivo que va desde el hueso del talón hasta los dedos.
- Juanetes. El uso de las chanclas provoca que no se pise de forma adecuada, por lo que no distribuimos el peso correctamente y sobrecargamos zonas, provocando la aparición de juanetes.
- Lesiones. Al usar chanclas, la marcha es mucho más inestable, por lo que es fácil sufrir una torcedura o esguince.
- Dolor en rodillas, espalda y cadera. Este tipo de calzado provoca que el apoyo al puente del pie sea limitado, lo que puede terminar provocando molestos dolores de rodillas, espalda y/o cadera.
- Otros. Al llevar los pies descubiertos, las probabilidades de dañarse el pie con un golpe o romperse una uña aumentan.
ESPodología
Es inevitable que sea verano y que no usemos chanclas. Debemos ser conscientes de los diferentes problemas que puede acarrear el uso de este tipo de calzado continuamente:
- Al quedar el tobillo suelto pueden surgir traumatismos
- Los dedos pueden recibir golpes
- La piel se puede irritar
- La libertad del movimiento del pie puede producir esguinces y tendinitis
- Al sujetar la chancla se favorecen los dedos en garra
Y un largo etcétera. Por lo que desde ESPodología os recomendamos que adaptéis el calzado al tipo de actividad que vais a realizar:
- Si vais a la playa o la piscina, usa chanclas.
- Si vais a dar un paseo, usa calzado abierto, transpirable, que recoja bien el pie a la hora de andar y evita suelas finas y planas.
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