En cuanto a SALUD concierne, cada vez se da más protagonismo a la PREVENCIÓN ya que está demostrado que es la CLAVE del éxito. Para ello, se han de asegurar las CONDICIONES ÓPTIMAS y evitar así daños corporales que supongan un impedimento para la realización de las tareas diarias habituales tanto domésticas como LABORALES.
Para tener una buena prevención en riesgos laborales se ha de ANALIZAR “de pies a cabeza” tanto el entorno laboral con sus factores agravantes como al propio individuo que desempeña sus funciones. La PODOLOGÍA nos atañe en la visión de esta porción distal del cuerpo que nos sostiene y permite realizar nuestra ACTIVIDAD LABORAL. No sufrirán por igual los pies de un albañil o mozo de almacén que ha de calzar unas “botas de seguridad” con refuerzo en la puntera y suela rígida que un socorrista de playa cuyos pies lucen descalzos y libres en un entorno de por si caluroso y húmedo que se caracteriza durante el verano.
También juegan un papel importante en la salud de nuestros pies, las condiciones del AMBIENTE en las cuales se encuentren los pies del trabajador. Tanto condiciones climáticas de calor y humedad en el ambiente, como las propias características del individuo que quizás padezca de exceso de sudoración lo cual da un entorno húmedo en sus pies.
Otro factor muy determinante que puede provocar o agravar lesiones podales es el tipo de CALZADO que ha de calzar el individuo acorde a su puesto laboral. Es por ello que la INDUSTRIA del calzado trabaja con más esmero en el campo de la investigación y mejora en el diseño y confección del calzado laboral.
Para PROTEGER los pies del trabajador se han de tener en cuenta, entre otros los siguientes factores:
- CONDICIONES AMBIENTALES: en zonas cálidas y con mucha humedad los pies tienden a albergar más calor del “soportable” y ello da tendencia a la HIPERSUDORACIÓN que puede desencadenar afecciones por hongos (DERMATOMICOSIS y/o ONICOMICOSIS). Esta condición se puede dar en cualquier condición tanto individuos calzados como los que trabajan descalzos en su entorno laboral como los socorristas acuáticos los cuales pueden estar con los pies mojados durante toda la jornada laboral. La hipersudoración también está relacionada con la UÑA ENCARNADA ya que los rodetes o bordes macerados potencian el enclavamiento de la lamina ungueal
- LIMITACIONES DEL CALZADO: ciertos puestos de trabajo requieren un CALZADO ESPECIFICO, por ejemplo, el uso de zuecos es común en ambientes sanitarios y clínicas dando lugar a INESTABILIDAD por la mala sujeción que ofrecen cuando dejan libre la zona del talón generando la tendencia a dedos en garra. Es por ello que se recomienda siempre un tipo de zueco que tenga alguna tira de sujeción que vaya alrededor del talón por la parte trasera y así ofrezca cierta sujeción en la zona sino, lo idóneo sería utilizar un zueco “cerrado” que garantice una sujeción total del retropié con un contrafuerte estable que dé estabilidad en el momento del contacto del talón al suelo en la primera fase de la marcha. Así mismo, puestos de trabajo que requieren zapato de vestir tipo mocasín para hombres y salón para mujeres, en ellas puede generar METATARSALGIA de sobrecarga cuando el tacón es mayor de 4-5 cm y en caballeros que utilicen mocasín o blucher/Oxford con suela fina pueden provocar FASCITIS PLANTAR. También se ha de tener en cuenta la forma de la puntera del zapato que en ocasiones suele ser muy estrecha lo cual provoca mas presión en uñas y dedos menores hecho que también da lugar a patología de COMPRESIÓN DE DEDOS favoreciendo el desplazamiento lateral tanto del hallux (dedo gordo) como de los dedos menores. Otra limitación a tener en cuenta en el calzado de protección laboral son las PUNTERAS DE ACERO que con su afán de protección de los dedos ante cualquier traumatismo directo da lugar a su vez a una LIMITACIÓN en la libre FLEXIÓN de los dedos en el momento del despegue (última fase de la marcha). Ello da lugar en un gran número de ocasiones a problemas de dedos memores dolorosos debido a la PRESIÓN que pueden recibir por este elemento metálico que les impide acomodarse correctamente en el interior del calzado, sin olvidar los casos en que se padece de JUANETE (desviación del dedo gordo del pie en la cual da lugar a una protuberancia ósea en la zona lateral más abajo del nacimiento del dedo) y que, por su localización, suele tropezar continuamente en el calzado llegando a deformar el mismo. También cabe destacar los problemas que se generan en las uñas siendo el más frecuente la UÑA NEGRA (por hematomas subungueales debidos a microtraumatismos) o UÑAS ENCARNADAS por la presión constante a la cual se va sometido el dedo dentro de este zapato de seguridad.
- OTRAS LIMITACIONES: otras limitaciones que podemos encontrar en el calzado laboral específico es que a veces no dan cabida a la incorporación de PLANTILLAS hechas a medidas de los requerimientos necesarios para recuperarla la correcta biomecánica que asegure una buena marcha del individuo, ello conlleva el no cumplimiento del TRATAMIENTO ORTOPODOLÓGICO NECESARIO y la incapacidad del correcto rendimiento laboral.
Con todo lo comentado anteriormente podríamos dar una serie de CONDICIONES INDISPENSABLES que ha de cumplir el calzado para dar tanto seguridad laboral como confort al trabajador y que evite lesiones subyacentes que pudieran aparecer. Un calzado que de seguridad y estabilidad al individuo en cualquier situación laboral ha de:
- Ser CÓMODO y FLEXIBLE para poder realizar correctamente las 3 fases de la marcha humana (apoyo de talón, apoyo medio y despegue digital)
- Dar ESTABILIDAD tanto en la marcha como en periodos de estática sobre un mismo punto y permitir posiciones como de cuclillas o puntas que se dan en ciertas situaciones laborales.
- Tener un BUEN CONTRAFUERTE (zona trasera del calzado) que mantenga el talón en una posición correcta y evite o favorezca deformidades en valgo (pronación) o varo (supinación) del talón.
- La SUELA deberá ser de goma RESISTENTE, ANTIDESLIZANTE, ANTIESTÁTICA y con especificaciones según el tipo de terreno que predomine.
- Tener una SUJECIÓN ÓPTIMA en la zona del EMPEINE para que el pie se mantenga sujeto y seguro en su interior.
- La PUNTERA debe de ser REDONDEADA y ha de permitir la correcta flexión de los dedos, gesto necesario en el despegue, última fase de la marcha.
- Ser TRANSPIRABLE para que deje escapar el exceso de calor interior que se genera en él.
- Ser LIGERO de peso y con PLANTILLA INTERIOR DESMONTABLE para dar cabida a la ortesis plantar personalizada en caso de requerimiento.
- Y no debemos olvidar nunca la importancia en la CORRECTA ELECCIÓN DE LA TALLA, generalmente lo más apropiado es que en la zona distal donde alberga los dedos debería de haber la distancia suficiente entre el final del dedo más largo y el principio de la puntera del calzado. Se suele decir que debe de existir una travesa de dedo entre el dedo más largo del pie y el inicio del calzado.
En ESPodología apostamos por la SEGURIDAD LABORAL y la BUENA SALUD PODOLÓGICA para el correcto desempeño de las tareas diarias sea cual sea la ubicación del trabajador y por ello ofrecemos consejo en la elección del calzado adecuado según la actividad a desempeñar siempre procurando PREVENIR PATOLOGÍAS como uñas negras, uñas encarnadas, micosis (afección por hongos), metatarsalgias, fascitis plantar, talalgias que son las más habituales en ambientes laborales. Y damos especial importancia en cuanto a prevención el realizar UNA REVISIÓN PODOLÓGICA ANUAL O SEMESTRAL según las condiciones específicas del trabajador para valorar el estado del pie en su calzado laboral habitual.
0 comentarios