Agosto llega a su fin. Fin de las vacaciones. Empieza la vuelta al cole. Toca preparar la mochila, los libros, el estuche, los bolígrafos, los lápices de colores, las libretas… En unos días los peques de la casa dicen adiós al verano e inician un nuevo curso escolar. Un curso lleno de ilusiones, nuevos propósitos, ganas de aprender, de divertirse, de reencontrarse con sus compañeros, de crecer…
La vuelta al cole, sin duda, viene marcada por una lista infinita de materiales que necesitan para afrontar este nuevo año. Buscamos siempre lo mejor para ellos. Una mochila que evite futuros dolores o problemas de espalda, los mejores lápices del mercado, las libretas que más les gustan, ropa cómoda para realizar cualquier actividad física… y muchas veces nos olvidamos de los pies.
En verano, los niños son los reyes de las chanclas y de ir descalzos. En contadas ocasiones utilizan el calzado ya que se pasan el día bañándose en el mar o en la piscina o jugando en la arena. Después de las vacaciones de verano, es el mejor momento de revisar los pies de los más peques. Hacer una valoración de sus pies, del calzado, medir el pie y comprobar que llevan la talla correcta.
¿Qué tipo de calzado debemos buscar?
Muchos padres y madres a la hora de comprar un calzado suelen escoger uno más grande del necesario. Error. Con el objetivo de que ese zapato le dure todo el curso escolar, el niño andará incómodo, su marcha será inestable y además puede que le provoque rozaduras.
El mejor zapato para nuestro hijo es uno que proteja su pie, que no deforme su marcha, facilite el paso normal y que desde el primer día se adapte a su pie.
Los podólogos recomiendan el uso de calzado que lleve sujeción (cordones o velcro) y que esté elaborado con materiales naturales y flexibles que permitan la transpiración.
Recomendación: antes de comprar el calzado escolar, acuda a una clínica podológica, ya que además de revisar el pie del niño, te aconsejarán sobre el mejor tipo de calzado.
Podología pediátrica
Es importante controlar que el desarrollo y crecimiento del pie y de los miembros inferiores del niño sean correctos. Es fundamental controlar cualquier factor que altere una adecuada evolución y así poder tratar cualquier patología lo más tempranamente posible.
Es la hora de volver al cole y acudir a un podólogo. Los pies también vuelven al cole.
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